A
Arantza Martínez Sentí que conecte desde el primer párrafo, a veces es difícil saber cómo nos sentimos pero eso es lo bonito. El libro en sí da muchas vueltas en los pensamientos sobre el amor y la autoestima, me gustó mucho
N
Nicol Ruiz Sentí que cada palabra hablaba de mí, de mis procesos y de mis silencios. Me acompañó como un amigo que entiende sin juzgar. La frase que más me quedó grabada fue: “no estamos rotos, estamos floreciendo”, porque me recordó que incluso en medio de las cicatrices hay belleza y crecimiento. Es un libro que más que leerlo, se siente.